“Solo arriesgándose, aún sabiendo que se puede fallar, se consiguen los mejores resultados. El conservadurismo, el ir sobre seguro, no suele conducirnos a grandes gestas. Sin atrevimiento ni riesgo, lo más probable es una recompensa mediocre. La humildad, la capacidad de reconocer los fallos y la voluntad de mejorar, es el ingrediente básico de la cultura del error. Nuestro ego no nos deja reconocer los errores y, con esta actitud, cerramos la puerta a la mejora. ¿Alguien cree que la bombilla se inventó a la primera? Edison, lejos de decir que se equivocó 999 veces antes de dar con el invento, afirmaba que ya sabía cómo no fabricar una bombilla de 999 formas.“
http://www.didaclee.es/